Se trata de la cordillera montañosa situada en un continente más grande del mundo, y las más alta (si no tenemos en cuenta el contienen asiático) con una altitud media de 3960 metros apróximadamente.
Además, los registros paleoclimáticos estudiados en los Andes nos plantean una cuestión que todos nos hemos hecho cuando descubrimos que las montañas no habían estado siempre ahí. ¿Cuánto tarda en crecer una montaña?
Pues bien, una de las formas de averiguar cuánto tiempo tarda en desarrollarse una cordillera montañosa como los Andes consiste en estudiar las cantidades presentes de los isótopos oxígeno-18 y oxígeno-16 en rocas y sedimentos carbonatados, pero más importante que las cantidades es la relación que existe entre las mismas.
Cuando las nubes cargadas de lluvia se encuentran con una cordillera montañosa se ven forzadas a elevarse (el famoso efecto Foehn), se saturan en humedad y comienza la precipitación. Bien, aquí entran el juego los isótopos mencionados ya que el oxígeno-18, debido a su mayor tamaño, tiene mayor facilidad para precipitar que el oxígeno-16 de tal manera que, conforme aumenta la altura, va quedando menos oxígeno-18 en las nubes y, por tanto, precipita menos cantidad del mismo. La conclusión es que la relación oxígeno-18/oxígeno-16 va decreciendo con la altura. Resumiento, si la relación entre el oxígeno-18 y el oxígeno-16 se hace menor conforme las muestras de roca son más jóvenes, esto nos indica que la zona ha sufrido una elevación con el paso del tiempo.
Según los registros paleoclimáticos de isótopos de oxígeno en las rocas carbonatadas presentes en el área central de los Andes, esta zona paso de 2500 msnm a 3500 msnm en tan solo 3 millones de años (es muy poco tiempo en términos geológicos), mientras que otros estudios indicaban que este rango de elevación habría requerido unos 10 millones de años.
Si tenemos en cuenta el tamaño total de los Andes y el rango de altura alcanzado, resulta muy difícil tomarse estos datos en serio. Y hacemos bien en cuestionarlos ya que estas conclusiones se alcanzaron por una mala interpretación de los datos paleoclimáticos. Debemos de tener en cuenta que la climatología y la meteorología es una ciencia caracterizada porque intervienen una cantidad de factores considerable, y ésto es lo que los investigadores no tuvieron en cuenta. La cantidad de oxígeno-18 que precipita se incrementa de forma considerable al alcanzar determinada altitud, por lo que a partir de cierto punto la disminución de la relación oxígeno-18/oxígeno-16 no se debe a un aumento en la elevación de los Andes sino a una aceleración en la cantidad de oxígeno-18 precipitado.
Estas conclusiones son coherentes con otros registros paleoclimáticos, de hecho, se ha demostrado que el centro de la cordillera andina se hizo menos árida al mismo tiempo que decrecía la relación entre el oxígeno-18 y el oxígeno-16.
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